Viajar a Estonia: Experiencias sostenibles que dejan huella

Cinco experiencias auténticas para disfrutar de la Estonia más sostenible
Cinco experiencias auténticas para disfrutar de la Estonia más sostenible - TURISMO DE ESTONIA
Publicado: lunes, 5 mayo 2025 9:35

MADRID 5 May. (EUROPA PRESS) -

Estonia, joya del noreste de Europa, es todo un referente del turismo sostenible gracias a la especial relación que sus habitantes mantienen con su entorno y las numerosas iniciativas adoptadas para preservarlo.

Este país báltico, donde la naturaleza y la tradición se entrelazan de forma armónica, invita a los visitantes a sumergirse en un turismo pausado, consciente y profundamente respetuoso con el patrimonio natural y cultural. Con el compromiso de proteger sus recursos, el destino ofrece múltiples experiencias que permiten al visitante dejar una huella positiva.

Estonia ofrece una variedad de experiencias sostenibles, desde explorar sus vastos paisajes naturales y observar la vida silvestre, hasta disfrutar de su gastronomía local y artesanal. Los alojamientos con sello verde y la participación en tradiciones culturales, como la sauna de humo, permiten a los visitantes sumergirse en la rica herencia del país, apoyando a la vez la economía local y el turismo responsable.

BAJO IMPACTO Y NATURALEZA ACCESIBLE.

Más del 50% del territorio estonio está cubierto de bosques, contribuyendo a que el aire del país sea uno de los más limpios del mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud.

Esto convierte a Estonia en un paraíso para los amantes del aire libre, que pueden explorar la belleza de sus paisajes a pie, en bici o incluso en canoa, reconectando con la naturaleza y experimentando el país en modo slow travel.

Las áreas protegidas de Estonia, que conforman caso una quinta parte de su territorio, también son hábitats vitales para la vida salvaje.

Los visitantes pueden realizar excursiones guiadas para observar linces, osos, alces, aves y otros animales, conociendo su importancia en los ecosistemas y apoyando su conservación. Además, el entorno urbano cuenta con otras alternativas que permiten a los visitantes explorar el país con mínimas emisiones.

Gracias a un sólido sistema de transporte público, coches eléctricos compartidos en ciudades como Tallín y una gran red de carriles bici, Estonia puede ser recorrida de forma respetuosa con el medio ambiente.

GASTRONOMÍA LOCAL Y DE TEMPORADA: COCINA CON CONCIENCIA.

La cocina estonia apuesta por el producto local, estacional y de pequeños productores, llevando su tradición por bandera tanto en los pequeños establecimientos como en restaurantes de renombre.

Por su compromiso con la sostenibilidad y la circularidad, los restaurantes Fotografiska, SOO y Kolm Sõsarat han sido galardonados con la Estrella Verde Michelin, ofreciendo platos elaborados con ingredientes como pescado del lago Peipsi, bayas silvestres o carne ecológica; un verdadero reflejo del alma del territorio.

Por otra parte, no hay que perderse los mercados locales, repletos de sabores que van directamente del huerto y el bosque a la mesa.

Allí pueden probarse elaboraciones como las pirukas (pastel relleno típico de la zona) o adquirirse productos artesanales directamente de sus productores.

TRADICION HECHA A MANO.

Los tejidos bordados, la cerámica tradicional o los trabajos en madera son parte de la herencia artesanal de Estonia. Estas pequeñas obras de arte pueden encontrarse en talleres y tiendas locales como la Estonian Handicraft House.

Yendo más allá, marcas como Haeska Ceramics o diseñadores como Reet Aus combinan las costumbres del país con la sostenibilidad en sus procesos, utilizando materiales naturales o técnicas de reciclaje textil de vanguardia.

Estas piezas hecho a mano no son solo meros souvenirs, sino una forma de apoyar el talento y la economía local.

ALOJAMIENTOS CON SELLO VERDE.

El sello internacional Green Key identifica alojamientos en Estonia comprometidos con prácticas sostenibles, desde el ahorro energético hasta el uso de productos locales.

Lugares como Maidla Nature Villa, ubicado entre turberas, o Vihula Manor, en pleno Parque Nacional de Lahemaa, permiten dormir con todas las comodidades en entornos naturales únicos y protegidos.

Además, la mayoría de los alojamientos rurales son pequeños negocios regentados por estonios, impactando de forma positiva en la economía local e incluyendo una oferta de experiencias auténticas para que el viajero se involucre de forma más profunda con el destino.

CULTURA VIVA Y PARTICIPACIÓN LOCAL.

Más allá de sus encantos naturales, la identidad estonia se forja también en la riqueza de sus tradiciones vivas y en la calidez de sus comunidades rurales, donde la sostenibilidad forma parte del modo de vida tradicional.

Participar en una auténtica sauna de humo en Võromaa, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, es una puerta de entrada a la historia colectiva del país.

En enclaves como Setomaa, donde aún se conservan lenguas, cantos y costumbres ancestrales, el visitante tiene la oportunidad de involucrarse en experiencias que trascienden lo turístico.

Talleres de cocina tradicional, jornadas de canto polifónico o la participación en festivales como el de Viljandi Folk son ocasiones para sumergirse en un patrimonio vivo, dinámico y compartido.

Estas actividades no solo enriquecen el viaje desde lo emocional y lo cultural, sino que refuerzan el tejido local, generan ingresos sostenibles y fomentan un modelo de turismo en el que el respeto, el aprendizaje y el intercambio genuino son protagonistas.

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