MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Cinfa y Cáritas repiten este año un proyecto dirigido a mejorar la calidad de vida en diversas regiones de España, con especial foco en fomentar la autonomía, la salud y el bienestar de quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad, residen en zonas rurales y sufren los efectos de la soledad no deseada.
La secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, señala que en España "un 21% de la población es ya mayor de 65 años y la esperanza de vida se sitúa en 84 años". Por eso, añade, "trabajar de manera conjunta en el apoyo a nuestros mayores resulta cada vez más necesario para, por un lado, fomentar un envejecimiento saludable y potenciar su autonomía y calidad de vida durante el mayor tiempo posible y, por otro, reducir el impacto de la soledad no deseada y atenderles cuando así lo necesiten".
Este año el proyecto se centrará, por un lado, en zonas rurales de la provincia de Ourense, donde se llevarán a cabo iniciativas para combatir el aislamiento de las personas mayores, fomentando la interacción social y la creación de redes comunitarias que favorezcan que permanezcan en sus pueblos de origen.
Por otro lado, en Cáceres, se garantizará la entrega de comida a domicilio a personas dependientes, asegurando su nutrición y bienestar, al tiempo que les ofrecerá apoyo emocional, así como ayuda para la realización de trámites, alfabetización digital y actividades comunitarias.
En 2024 uno de los proyectos beneficiarios de esta colaboración el año pasado ha sido la Residencia de Mayores Juan Pablo II de Cáritas Diocesana de Sigüenza-Guadalajara, que gracias a este apoyo ha podido crear un nuevo jardín terapéutico. Este proyecto promueve el envejecimiento activo mediante terapias y actividades al aire libre y que ya está a disposición de las más de cien personas residentes en el centro.
En en localidades rurales de la provincia de Granada como Benalúa, Aldeire, Lanteira y Baza, el "Servicio de Ayuda a Domicilio" de Cáritas ha contribuido a que las personas puedan envejecer con dignidad en su hogar, si así lo desean, evitando la institucionalización y el desarraigo social que esta situación puede conllevar.